MIGUEL VIDAURRE.
"SALTO A LA FAMA".........
Bueno, espero, pero
sobre todo deseo, que la mayoría de vosotros estéis pasando un buen
"puente" ( y los madrileños ni te cuento). A mi me ha tocado hoy
escuchar el desagradable sonido del despertador a las 5 de la mañana (me acordé
de mis años de "Onda Pesquera"), coger mi Volvo S60 (bueno el mío no,
el de la Fundación), y poner rumbo a Barcelona.
Hoy he vuelto a comprobar, una vez
más, las largas y pacientes colas para entrar a ver Titanic The Exhibition en
el Museu Maritim; he mantenido una reunión de trabajo con el director y el
administrador, Roger Marcet y Pere Comas; he saludado a Pedro Bonet a Lourdes,
su señora, a su esplendida madre, a su hermana y también a su hijo. Ha sido un
placer volver a pasar un rato con ellos. También con Paco Muriana, el cónsul de
Hernani en todas las ciudades donde recala la exposición, y a todo su equipo.
Hemos comido por 9 euros los dos (Paco y yo), además muy bien y ya ven, ahora
me dispongo a "hacer los deberes" de mi querido Blog.
Más de uno habrá
pensado (mal pensado) que les iba a largar mi diario de hoy y ya me había olvidado de continuar con la historia de la
bicicleta, el enchufe, el micrófono....pues no, no me había olvidado. Allá
voy....
El lunes, tal y como
había quedado con Ignacio Beristain ( el del enchufe y el refresco de limón),
me presenté "como un príncipe", a las 12 del mediodía, en punto, en
Gaseosas Elias. Tuve que esperar más de media hora pero me vino bien (charlé un
rato con los empleados que estaban llenando sifones y gaseosas y me
"soplaron" algo sobre el nuevo refresco que querían lanzar al mercado y, (como ocurre casi
siempre), cuando la conversación estaba en lo más interesante, me llamaron de
la gerencia.
--"Buenos días
don Ignacio. ¿Que tal ha pasado usted el fin de semana?".
--"En general
bien, pero ha perdido la Real (Lo dijo como si fuese la primera vez que perdía
la Real Sociedad, y estaba a punto de bajar a segunda división!!)
--"Siéntese, por
favor, pero no se crea, también he
tenido tiempo para pensar qué se le habría ocurrido a usted para lanzar nuestro
nuevo refresco de limón. Por cierto, está usted tan cambiado que no le reconocía"—
--"Bueno, ha sido
cosa de mi madre"—
--"Por cierto, el
otro día me dijeron que es usted el hijo de África, y que su madre es muy
guapa"—
--"Gracias, se lo
diré a ella"--
--"Bueno, a lo
nuestro. ¿Qué se le ha ocurrido a usted para que nuestro refresco lo tengan
todos los bares de Guipúzcoa y además lo
pida el público?"—
-"Como verá usted don Ignacio, no traigo ningún papel ni nada escrito. Se lo diré tal y cómo lo he pensado. Ahí va: Se me ha
ocurrido que podemos hacer cada fin de semana un festival de variedades en cada
localidad de Guipúzcoa, es decir, el sábado una función por la tarde y el
domingo una al mediodía. Yo me encargaré de seleccionar los artistas, y contratare los cines o teatros para las actuaciones. El publico no tendrá que pagar nada
para ver el festival, sólo tendrá que juntar seis chapas de su refresco y con
las seis chapas el bar las canjeará por una entrada para ver el festival".
--¿"Cómo lo ve
don Ignacio"?—
--"En principio
me parece muy novedoso pero también muy
complicado de organizar, pero, por favor, continúe"—
Estábamos allí
sentados los dos, un crío aprendiz de electricista y el gerente de la fábrica
de gaseosas de un pueblo como si fuésemos los dueños de Las Vegas organizando
uno de sus festivales.
--"Contrataremos
a un grupo musical, una cantante, un humorista, un ilusionista, todos que
tengan nombre en Guipúzcoa. Haremos carteles, los pegaremos por todo el pueblo.
La gente irá a los bares a pedir su nuevo refresco, el del bar se verá obligado
a tener su refresco porque si no la gente se irá a otro bar ya que querrá ir
gratis al Festival. De esta forma los consumidores contentos, los bares aun más
y usted ni le cuento!!. Por cierto, ¿cómo se va a llamar su nuevo refresco?”—
--"Perdone que no
se lo haya dicho antes. Se llamará SCHUSS".
--"Pues ya lo
tiene claro, a partir de ahora se llamará SCHUSS...es limón!!.
Lo dije con tanta
autoridad y convencimiento que don Ignacio lo dio por hecho.
--"Coño, eso me gusta
¡. Pero y quien se va a encargar de toda esta organización y, sobre todo,
¿cuanto nos va a costar"?
--De la organización
me encargaré yo y el presupuesto se lo daré en un plazo de 15 días, cuando
hable con "los artistas"
Don Ignacio se levantó y con cara de terminar
aquella conversación casi de Berlanga, me dijo:
--“ Lo siento pero aquí
hay algo que no me acaba de encajar. Vamos a ver, usted el jueves era aprendiz
de electricista y hoy lunes, como por arte de magia, se convierte usted en
agente de artistas, organizador de espectáculos, agente de publicidad. ¿Cómo? ¿me
lo puede explicar? ¿No comprende que no me puedo fiar? Y, otra cosa. ¿Cuántos años
tiene?.
--“Ya he cumplido
14 !!.
--“Joder, lo que me
faltaba, encima es un niño”—
En ese momento, lo
recuerdo muy bien, di casi todo por perdido, pero me acordé de mi madre que,
con tanta ilusión me había comprado toda la ropa (incluso la interior) para que
yo fuese como un "hombre de negocios" y, de repente, me vino Dios a
ver.
--Fíjese don Ignacio. Imagíneselo
al revés, es decir, yo soy un organizador de festivales, un agente artístico, y
un agente de publicidad, pero, por mi edad, y por la historia de una bicicleta que luego le
contaré, estaba trabajando provisionalmente de electricista y el destino me ha traído
aquí, a una modesta fábrica de gaseosas que quiere lanzar un nuevo refresco.
Usted tiene suerte al encontrarme a mi gracias a un enchufe y yo tengo suerte
el encontrarte a usted gracias a una bicicleta"—
Lo que hubiese pagado
yo para que pudieseis ver ahora la cara que se le quedó a don Ignacio. Yo creo
que no sabía que hacer, si tirarme por las escaleras o si cortarse él las venas
directamente.
No hizo ni una cosa ni
otra. Me dijo: --"Chaval, pareces valiente y crees en lo que dices. Venga,
escríbeme un plan, dime los nombres de los artistas y calcula cuanto nos puede
costar. Me gusta tu idea. Adelante. Tienes 15 días"—
Os prometo que no era
consciente del lío en que me había metido, pero no podía dar un paso atrás¡.
¿Cómo contactaba yo con artistas? y, sobre todo ¿con qué artistas?, pero tuve
suerte.
En aquellas fechas, el
diario La Voz de España organizaba un concurso de artistas noveles, creo que se
llamaba "Salto a la Fama" o algo parecido. Y para contactar con los
artistas que allí iban a participar, en el Teatro Bellas Artes, no se me ocurrió
otra idea que presentarme al concurso.
Pero, ¿de qué me iba a
presentar?. Yo cantaba muy mal, no tenía de idea de magia, no sabía baile, no
tenía un grupo musical. ¿De qué me presentaba?. Ya lo tengo, me presentaré de
humorista, total, sólo se trata de contar chistes!!.
Ni corto, ni mucho
menos perezoso, allí me presenté, delante de Miguel Vidaurre, el periodista
encargado de esta organización.
--"Tú qué sabes
hacer"?-- me preguntó.
--En realidad podría
hacer muchas cosas, puedo hacer desaparecer un tren , puedo imitar a Frank
Sinatra, incluso puedo bailar el lago de los cisnes en una silla de ruedas¡¡--
--"Ha salido simpático
el niño"-- dijo más seco que un
empleado de banco actual si le vas a pedir un préstamo.
--"Si, la verdad
es que soy simpático por parte de madre, por eso me presento al concurso como
humorista"—
--"Bueno, allá
tú. El sábado a las 4 de la tarde son los ensayos. Si continúas pensando
presentarte al concurso vas al Bellas Artes y preguntas por el maestro Filo
Alzugaray.".
--"Gracias don
Miguel, allí estaré".
Dios mío, Dios mío,
Dios mío, dónde me estaba metiendo!!. Me iba a presentar a un concurso, como humorista,
y no tenía ni la más remota idea de contar chistes, es más, es que no sabía
casi ningún chiste para poder contar!!
Vosotros qué haríais
en mi lugar?. Había quedado con don Ignacio en presentarle un plan con los nombres de los
artistas para el "Festival Schuss...es limón" ( ya le había puesto
nombre), pero no tenía ni idea de cómo contactar con artistas y, si me metía en
ese concurso podría conocer a muchos. Pues vosotros haríais lo que hice yo.
¡¡Presentarme!! (Con dos cojones !!).
Bueno, creo que hoy me
estoy alargando demasiado. Ya sabéis la historia de la bicicleta, ya sabéis la
historia del enchufe y estáis a punto de saber la historia del micrófono, pero,
creo yo, por hoy ya está bien, porque tampoco debo cansaros.