jueves, 28 de mayo de 2020

Singladura 21: UNA BICICLETA, UN ENCHUFE Y .........


UNA  BICICLETA,   UN  ENCHUFE  Y  ..........


Como dejó escrito Cristóbal Colón, junto con Guillermo Marconi, uno de mis admirados personajes históricos, "la vida de los seres humanos puede cambiar radicalmente de rumbo cuando algún objeto o acontecimiento se cruza en su camino".

Y es verdad. Y aunque Cristóbal Colón no aclaró que objeto o acontecimiento cambiaron el rumbo de su vida, no es difícil imaginárselo.

Lo que si tengo muy claro son los tres objetos que se cruzaron en mi vida y me "obligaron" a cambiar radicalmente el rumbo de la misma.

El primero fue una BICICLETA, el segundo un ENCHUFE  PARA UN REFRESCO DE LIMÓN  y el tercero un MICRÓFONO.

LA BICICLETA: 

Para mí, que como bien sabes ya he cumplido los 42 años...(no te rías que te estoy "viendo") también, igual que tu,  fui, un día no muy lejano, una persona joven, incluso muy joven, incluso recien nacido.....

En aquella época (no en la de recién nacido sino en la de muy joven), cuando yo estaba a punto de cumplir 14 años, mi única pasión  era montar en bicicleta, pero claro, como las pasiones generalmente se despiertan por algo que uno desea pero no tiene, yo no tenia bicicleta y, no solo ese era mi único inconveniente, ni incluso el más grave, sino que mi madre, la madre de mi madre y la hija de mi madre se oponían radicalmente a que su nieto, hijo y hermano, es decir, yo mismo, arriesgase su joven vida a bordo de una simple bicicleta.

África, mi adorada madre, “Mamá  Pequeña”, mi entrañable abuela y Josefi  (ahora se llama Pepa) mi hermana pequeña (bueno, mi única hermana), no dejaban de recordármelo cada día, pero, por suerte para mí, en aquella época ya existían los “fines de semana”….

Aquí no intervenía mi padre, José, bueno, el marido de Africa, porque estaba navegando la mayor parte de los días del año,  como todos mis antepasados y como el 90 % de los hombres que habían nacido o vivían en Corme.

Te estaba hablando de los fines de semana…..y los fines de semana, con la paga del domingo en el bolsillo, quien te  escribe se “fugaba” desde Trincherpe, el barrio de pescadores donde vivíamos, a 5 kilómetros de San Sebastián, hasta Pasajes Ancho, con el único fin de alquilar una bicicleta, en Ciclos Serafín,  y pasarme el sábado y el domingo “presumiendo de vehículo propio”….hasta que llegó un mal día….

Un mal día, sábado para más señas, mi entrañable abuela me pilló presumiendo de mis aptitudes ciclistas en medio de la carretera general... y ahí se acabó mi historia, bueno mi historia de alquiler, aunque no de la bicicleta.

Cada día, sobre las seis de la tarde, al caminar desde la parada del bus que me traía del Colegio del Corazón de María de San Sebastián hasta mi barrio de Trincherpe, pasaba por delante de un establecimiento de electricidad denominado “Electricidad Naval Fagoaga”, por cierto, propiedad de un gran tenor donostiarra: Carlos Fagoaga,  y nunca me había dado cuenta de la presencia, en el pasillo de entrada de ese taller,  de una elegante, yo diría “preciosa”,  bicicleta Orbea, de color rojo. 
De quién es esta bicicleta?” pregunté. “Es de la empresa y se utiliza para hacer los recados” me contestó el “jefe” Baltasar Beltrán (un gran tipo del que aprendí mucho y al que estoy intentando localizar por San Sebastián. A ver si alguno de mis lectores me ayuda en esta misión. Solo sé que vivía en la calle San Bartolomé). 
¿Puedo trabajar yo haciendo los recados?” pregunté directamente. “¿Cuántos años tienes?”  interrogó. “El mes que viene cumplo 14” dije presumiendo de “persona mayor”, aunque vestía pantalones cortos. “Cuando los cumplas vienes, acompañado de tu madre, y hablamos”. 
Gracias señor, así lo haré, solo faltan 12 días!!.

Yo, la verdad. nunca fui buen estudiante, recuerdo que, a mi primera escuela, situada en la antigua "subida a la capilla", en Trincherpe, mi madre tenia que pedir ayuda a un guardia municipal, que se apellidaba Rial, y que dirigía el trafico en el cruce de dos calles justo al lado del portal donde vivíamos.
Rial me cogía de la mano y me llevaba hasta el portal donde se encontraba la escuela de D. Pedro, que estaba a apenas 100 metros de nuestra casa.
De mi paso por esa escuela, donde aprendí a leer y a escribir, recuerdo que  Don Juan, que era el maestro, a mitad de la mañana y mitad de la tarde, nos llamaba uno a uno a su mesa y nos decía "cierra los ojos y abre la boca" y nos daba un trozo de manzana. Era un buen hombre y un buen maestro.
De la escuela "particular" de Don Pedro, pasé a las Escuelas Municipales.  De mi paso por las Escuelas Publicas de Trincherpe solo recuerdo que formábamos en el patio, en "fila de uno" y allí, cantábamos el "Cara al Sol" y pasaban lista. También recuerdo que, como no era de los mejores estudiantes, me tenia que sentar en la ultima fila de la clase aunque, la verdad, en invierno era un buen pupitre porque estaba situado justo al lado de la estufa
De las Escuelas Municipales de Trincherpe me madre me llevó a los Padres Jesuitas de Herrera.  Allí lo pasé muy mal, no recuerdo porqué pero llegaba tarde muchos días y el fraile me pegaba con la regla en las manos y, bastantes veces, una "torda" en la cara, por la espalda. También recuerdo que algunos días me encerraron en el "cuarto oscuro"...en fin, no tengo un buen recuerdo de mi paso por ese colegio.
De ahí, mi madre me llevó al Colegio de las Monjas de San José. Ahí, la verdad, lo pasé bien. Tenia 7 años y en la capilla del colegio recibí mi primera comunión.   Recuerdo que mi madrina,  fue mi tía Luisita, la hermana menor de mi madre y, también recuerdo que, para celebrarlo, nos fuimos a comer,  chocolate con churros,  a una cafetería de la parte vieja Donostiarra.

Este Colegio estaba regentado por las Hermanas de San José, unas monjas mexicanas que tenían fama, y lo eran, de muy guapas.   Recuerdo los nombres de alguna de ellas.
La hermana Birgain, la hermana Luz, la hermana Lucia, esta ultima era, aparte de la más guapa, con la que mejor me llevaba, tanto es así que un día le pregunté porqué llevaban el velo tapándose el pelo de la cabeza, si lo hacían porque eran calvas¡¡¡ y, de repente, se sacó el velo y me enseño su pelo largo y rubio y me dijo "tócalo y veras que es un pelo normal y que no tenemos velo tapando la cabeza porque seamos calvas¡¡¡
Cuando cumplí la edad reglamentaria que me impedía continuar en el Colegio de las Monjas de San José, mi madre me inscribió en el Colegio Corazón de María de San Sebastián, en el barrio de Gros.    
La verdad es que ahí aprendí casi todo lo que sé.   Los Padres claretianos, dirigidos por el Padre Aguirre, del que tengo el mejor de los recuerdos, eran, sobre todo, unos buenos maestros.   Lo único malo es que, el padre Aguirre, que nos daba clases de francés, cuando quería hacer "una fiesta" en la clase me sacaba a mí a hablar en francés y bueno, si que era una fiesta...
También recuerdo al Padre Sierra, que nos daba clases de música y, a la vez, era el director del coro de la parroquia.   Pidió voluntarios para el coro y yo me presenté.   El primer día me dijo:  "Jesús, por favor, si no quieres que me echen a mi, no vengas más"...y ahí comenzó, y terminó mi carrera como vocalista¡¡¡
No me admitieron en el coro, pero fui el portero del equipo de fútbol, era el  encargado del cine parroquial y coordinador del equipo de baloncesto¡¡
Lo pasé tan bien que aun recuerdo los nombre de mis compañeros de clase:  Aguirre, Arrese, Barrenechea, Estornés, Fagoaga, Ferreiro (ese soy yo), Vicente García, Miguel Ángel García....
Bueno, perdóname que me he "enrollado" con los colegios.   Volvamos al taller de electricidad.
Tenia sólo 12 días para  convencer a mi madre, a la madre de mi madre y a la hija de mi madre para que creyesen mi promesa de que estudiaría más si me dejaban trabajar de recadista, aunque sólo fuese media jornada. 
Lo conseguí. Ya era recadista. Ya trabajaba y cobraba un sueldo y, sobre todo, ya tenía mi propia bicicleta (lo de mía es un decir).

Y tú te preguntaras:  ¿en qué cambió tu vida esa bicicleta? 

Que no te ataquen los nervios.  Gracias a esa bicicleta, pude llegar a un ENCHUFE, de los de enchufar, de los que dan calambre, y el ENCHUFE me permitió llegar al MICRÓFONO y el MICRÓFONO me facilitó llegar al fondo del océano y convertirme en “El Capitán del Titanic”, pero bueno, esas son otras historias que te contaré ..........

(Fotografía: Jesús Ferreiro).

14 comentarios:

A las 28 de mayo de 2020, 13:44 , Blogger Unknown ha dicho...

Vamos bien en bici

 
A las 28 de mayo de 2020, 13:46 , Blogger Africa Ferreiro ha dicho...

Que interesante!!!

 
A las 28 de mayo de 2020, 19:49 , Blogger laploma ha dicho...

Bueno, puede que no sea muy impaecial, pero como siempre me encanta tu narrativa fluida y sobre todo cálida y entrañable, nos tienes enganchados, esperando el 4° capítulo

 
A las 28 de mayo de 2020, 23:27 , Blogger Jesús Ferreiro ha dicho...

La verdad es que, aunque ahora no la practico mucho, me continúa gustando andar en bicicleta, y lo hago siempre que puedo.

 
A las 28 de mayo de 2020, 23:28 , Blogger Jesús Ferreiro ha dicho...

Buenos días hija. Gracias por tu comentario. Lo breve y bueno es dos veces bueno¡¡¡

 
A las 28 de mayo de 2020, 23:30 , Blogger Jesús Ferreiro ha dicho...

Gracias Conchi, me alegro mucho que te guste.
Cuidaros mucho.
Un fuerte abrazo para toda La Ploma, esas espectaculares cuevas de Onteniente.

 
A las 29 de mayo de 2020, 1:05 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Como las dos anteriores, la tercera pagina me ha gustado mucho, y como anteriormente te dije, me fascina porque es amena e interesante, fácil de leer y atractiva.
Saludos Joana.

 
A las 29 de mayo de 2020, 1:08 , Blogger Jesús Ferreiro ha dicho...

Muchísimas gracias Joana.
La verdad es que este "sacrificio" de ir escribiendo el Libro con vuestra colaboración, merece la pena solo por saber que es de vuestro interés.
Buen fin de semana¡¡¡

 
A las 29 de mayo de 2020, 1:15 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Acabo de leer la tercera página de "nuestro" libro y la verdad es que es una gozada como escribes y sueño con que se edite en papel y tenerlo entre mis manos.
Cuando leí lo de la bicicleta me acordé que yo también tuve que cumplir los 14 años para que mi padre me la comprara.
Te animo a que continúes escribiendo. Yo ya estoy esperando la cuarta página.
Un fuerte abrazo.
Reynaldo.

 
A las 29 de mayo de 2020, 1:25 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Me encantas como escribes, sigue así Jesús.
Super interesante, emotivo y bien escrito.
Propongo que después hagas un audio libro.
Es OBLIGATORIO que Jesús, con su prodigiosa voz nos narre su historia.
Me encanta, de verdad,menudos inicios¡¡¡
Avante toda¡¡¡
Saludos.
Eneida.

 
A las 29 de mayo de 2020, 1:34 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Buenos días Jesús, muy interesantes los tres capítulos del libro que estás escribiendo y, como mucha gente, yo también estoy esperando el siguiente capitulo.
Un abrazo Jesús y cuidaros.
Luis Carlos.

 
A las 29 de mayo de 2020, 1:37 , Blogger Jesús Ferreiro ha dicho...

Gracias mi querido Reynaldo.
No sabia que eramos, además de buenos amigos, también colegas de la bicicleta¡¡
Cuídate mucho y pasar un genial fin de semana que, ahí en Galicia también vais a tener días de playa¡¡¡

 
A las 29 de mayo de 2020, 1:42 , Blogger Jesús Ferreiro ha dicho...

Buenos días mi querida Eneida, y muchas gracias por tus palabras de ánimo aunque, fuiste tú la "culpable" del nacimiento de este Blog, las valoro enormemente porque te conozco y sé que lo haces con sinceridad.
Como no puedo contigo, tambien acabaras consiguiendo que me ponga en la labor de hacer un audio-libro, pero, cuando finalicemos este que estamos escribiendo.
Un fuerte abrazo también para Manel y para vuestros dos hijos.
Cuidaros mucho¡¡¡

 
A las 29 de mayo de 2020, 1:46 , Blogger Jesús Ferreiro ha dicho...

Hola Luis Carlos.
Muchas gracias por tus palabras de animo, y, por haber sido mi "jefe de maquinas" en Onda Pesquera, conoces cuanto te aprecio y lo que estimo tus palabras.
Buen fin de semana, un fuerte abrazo también para Corito y, te lo recuerdo: CUIDAROS MUCHO¡¡¡

 

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